La batalla interminada | 2012-05-24 00:48:00 Explored - Noticias de Ecuador

La batalla interminada | 2012-05-24 00:48:00 Explored - Noticias de Ecuador

La batalla de Pichincha dejó los siguientes resultados: ocupación de la ciudad y sus fuertes el 25 de mayo por la tarde; posesión y tranquilidad de todo el Departamento; 1.100 prisioneros de tropa, 160 oficiales, 14 piezas de artillería, 1.700 fusiles, 400 muertos realistas, 200 muertos patriotas, 190 heridos españoles, 140 heridos de los nuestros. Entre los primeros, el teniente Molina y el subteniente Mendoza. Entre los segundos, los capitanes Cabal, Castro y Alzuro, los tenientes Calderón y Ramírez y los subtenientes Borrero y Arango. El teniente Calderón habiendo recibido sucesivamente cuatro balas no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá. (Tomado del parte de batalla del general Antonio José de Sucre).
La batalla de Pichincha selló la independencia del Ecuador iniciada en Quito el 10 de agosto de 1809. La Luz de América fue una luciérnaga que se apagó en 1812. Su ensangrentado brillo debería conmover y mover el corazón ecuatoriano. Colombia y Venezuela libres ya vinieron a liberarnos. La Gran Colombia de 1820, libre ya, con el concurso guayaquileño, libró al gran puerto fluvial del Guayas. Guayaquil dio comienzo a la batalla de Pichincha desde 1820. Perú, el Alto Perú (Bolivia) no del todo libres todavía estuvieron en Pichincha. Argentina y Chile, libres ya, estuvieron en Pichincha. Inglaterra e Irlanda estuvieron en Pichincha. La sangre derramada el dos de agosto de 1810 fecundó esta batalla de América.
La batalla de Pichincha fue una batalla de altura. Del dos al 12 de mayo descansan las tropas de Sucre en Latacunga. Evitan el nudo de Tiopullo, bordean el Cotopaxi por Limpiopungo, tramontan las cejas de montaña entre el Rumiñahui y el Sincholagua, guiadas por Luis Tipán, un indio de Sangolquí enviado por el coronel Aguirre, esposo de Rosa Montufar, hija de Juan Pío, el del 10 de agosto y hermana de Carlos, fusilado por los realistas en 1816. Cuatro días de marcha. Acampan en Chillo Compañía, combaten en Conocoto, bordean el Unguy. Abajo los españoles suben las breñas. Se da la batalla. Tropas realistas los envuelven desde más arriba. Tropas patriotas envuelven a las realistas desde más arriba aún. Batalla vertical. Geometría fractal que vuelve posible la libertad de Pasto e Ibarra con Simón Bolívar, que abre el camino a Junín y Ayacucho, la liberación definitiva de Perú y Bolivía. Batalla decisiva para ir sellando la independencia de Iberoamérica del Sur.
La batalla de Pichincha no es una fiesta cívica popular. No se la celebra con el fervor de las fiestas octubrinas, de las de diciembre, las cuencanas de noviembre, las Frutas y Flores ambateñas, la Mama Negra, la Churona … Los pueblos no la sienten. Hay una 24 de mayo, cada vez remodelada. La calle de las trabajadoras sociales que dan paz y libertad. Solo las Fuerzas Armadas han sentido la batalla de Pichincha. Simboliza, sin embargo, la patria, la nación que no quiere ser estatizada, que quiere ser reconstruida, desde abajo, desde su diversidad local. Un Ecuador no unitario, una patria federal.