La República Les Luthiers - Vistazo

La República Les Luthiers - Vistazo


Me impresionó escuchar a Mariana Andrade, del Cine Ocho y Medio de Quito, confesar en Radio Visión que este año estuvo a punto de tirar definitivamente la toalla, ante la inmovilidad de un Estado reacio a entender que no se puede tratar con el mismo rasero a las poderosas cadenas comerciales y a una sala independiente que programa cine alternativo. Ni en Europa ni en ningún lugar del mundo estas iniciativas sobreviven sin una política de subvenciones y/o exenciones.
Más allá de las filias y fobias de quienes puedan considerar al Ocho y Medio más bien un privilegiado, dada su siempre tensa relación, primero con el Banco Central y ahora con el Ministerio de Cultura, al estar al frente de los MAAC Cine en Manta y Guayaquil, su irresuelta problemática nos habla de la increíble fragilidad de nuestro escenario artístico y cultural.
¿Cómo es posible que en tiempos de supuesta bonanza económica y sofisticación del Estado los más serios y plausibles proyectos de estas áreas sigan viviendo en la cuerda floja? Probablemente porque el empoderamiento administrativo estatal se ha producido en el seno de la política común y corriente (partidista, burocrática y de pasillo), dándole la espalda a la historia real y concreta de cómo el arte y la cultura se han construido en cada una de nuestras ciudades.
Ejemplo de ello son los paradigmáticos casos de La Trinchera de Manta y el ITAE en Guayaquil, por mencionar sólo los que conozco más de cerca.