Roberto Bonifaz
Como usted sabe, lector, en tiempos de elecciones los políticos mienten más que de costumbre. Por ejemplo, según la propagada del régimen el Ecuador es un paraíso libertario; según la "prensa corrupta" se atenta contra la libertad y la ética. Por mi parte me atrevo a decir que también se atenta contra el sentido común. Entre estas cosas ridículas hay un programa para mejorar las universidades hasta hacerlas como Oxford, lo que dejaría fuera de la educación superior a la mayoría de jóvenes que tradicionalmente ha tenido una educación básica pésima... o sea primero el arado y luego los bueyes.
Sobre la economía nadie sabe mucho. La prosperidad que se nota en la calle posiblemente se deba al incremento de la burocracia con magníficos sueldos, pagados con el estable dólar del "maldito imperio" y al precio del petróleo. La diplomacia es un horror, pero lo que más molesta es la corrupción y el nepotismo que mantiene a los devotos de AP atareados defendiendo a su divinidad de cualquier sospecha.
Por otro lado, los socialistas AP y anti yankis son también curuchupas pelucones, con propiedades en Miami, que educan a sus hijos en los EEUU. La "solidez" ideológica de AP es formidable.
Para las próximas elecciones tenemos varios candidatos, cada cual más débil que el otro, así que no tengo esperanza de que el país se mueva fuera de la esfera de los parias del mundo.
El seguro social
Carlos Mosquera Benalcázar
El diario El Comercio reseñó: "IESS firmó anticipos millonarios por servicio que no tuvo acogida" (24.09.2012) y "Faltan 3 600 especialistas en el IESS" (01.10.2012). En el primer caso, "el IESS se sometió a jurisdicción extranjera en dos contratos" violando el art. 422 de la Constitución, que lo prohíbe, y despilfarrando el dinero de los jubilados. En el segundo se acude a los médicos cubanos para que cubran la escasez de especialistas ecuatorianos que se resisten a ganar miserias trabajando ocho horas diarias y sin ninguna estabilidad.
Hace algunos años empezó la purga de médicos que habían cumplido 70 años. Ellos fueron reemplazados, preferentemente, con secretarias y asesores que no saben qué hacer con las fracturas, las heridas y las úlceras. Mientras tanto se ha incrementado la demanda, de 1,5 millones (2008) a 2,6 millones de afiliados actuales, merced a la incorporación de los hijos menores de 18 años y las cónyuges de los afiliados, en aras de rendir culto a la demagogia.
Antaño, los hospitales eran conducidos por directores como el galeno Isidro Ayora, ahora son manejados por "gerentes". Los pacientes son los "clientes" que han modelado una empresa gigantesca con cotizantes impedidos de nombrar a quien los gobierne y, por tanto, vedados de juzgar a quien maneja incorrectamente sus ahorros. Algo habrá que hacer para que, a este paso, los jubilados no se vean en la necesidad de mendigar los $35 del bono de la pobreza.>
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario