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martes, 18 de diciembre de 2012

(92) Fotos de la biografía

(92) Fotos de la biografía


Una reflexión personal.


Con respecto al grupo denominado "los diez de Luluncoto", y como reacción completamente personal a las declaraciones del Presidente Correa de esta mañana interrumpiendo el principio del programa Contacto Directo del canal de televisión ECUAVISA, yo manifiesto al que le interese (con la intención de que, apelando a su humanidad, por favor, me haga el invalorable servicio de corregirme si estoy errado) de que hay un precepto jurídico fundamental que establece, si no me equivoco, que nadie -¡absolutamente nadie!- puede ser encarcelado por tiempo indefinido sin una sentencia que lo encuentre culpable, y que nadie puede ser declarado culpable hasta que se haya demostrado su falta fehacientemente (sin ningún lugar a duda en lo más mínimo).
No se puede mantener preso de forma indefinida a alguien sólo porque se lo está investigando. Esta acción es, según las reglas de la justicia, injusta.
También, para acusar a alguien de terrorista, me parece elemental fijarse por lo menos en la trayectoria de vida de la persona, ya que nadie es terrorista sin haber previamente ejercido, al menos por algún tiempo, la práctica del terrorismo (el terrorismo es el uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades o gobiernos, utilizado por una amplia gama de organizaciones políticas en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos políticos nacionalistas y no nacionalistas, de derecha como de izquierda, así como también por corporaciones, grupos religiosos, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservadores, ecologistas y gobiernos en el ejercicio del poder; el terrorismo, como táctica política, es una forma de violencia que se distingue del terrorismo de estado por el hecho de que en éste último caso sus autores pertenecen a entidades gubernamentales; se distingue también de los actos de guerra y de los crímenes de guerra en que se produce en ausencia de guerra; la presencia de actores no estatales en conflictos armados ha creado controversia con respecto a la aplicación de las leyes de guerra; la palabra "terrorismo" tiene fuertes connotaciones políticas y posee elevada carga emocional, y esto dificulta consensuar una definición precisa; es común el uso de la palabra por parte de gobiernos para acusar a sus opositores; también es común que las organizaciones e individuos que lo practican rechacen el término por injusto o impreciso; tanto los unos como los otros suelen mezclar el concepto con la legitimidad o ilegitimidad de los motivos propios o de su antagonista; a nivel académico, se opta por atender exclusivamente a la naturaleza de los incidentes sin especular sobre los motivos ni juzgar a los autores ).
La tarea fundamental del periodista es la de informar al público. Por ende, acusar, como se hizo en la intervención presidencial de esta mañana, a los medios de comunicación independientes de "perversos" por cumplir debidamente su tarea de informar lo que está sucediendo en nuestra nación ecuatoriana me parece una actitud, según mi criterio completamente personal, peligrosa para la pacífica convivencia social de nuestra Patria, porque se está educando al ecuatoriano (sobre todo a la juventud) a la práctica de la deshonestidad como norma de vida.
Sin transparencia, no existe la honestidad.
Sin honestidad, el ejercicio de la justicia plena, el cimiento bajo el que se desarrolla una verdadera democracia, nunca dejará de ser una utopía.

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