El pasado sábado 29 de septiembre el pueblo ecuatoriano celebró el Día del Anciano.
Victoriano Albito Orellana
Hoy es un día trascendente para el millón seiscientos mil personas que pertenecen a la Tercera Edad en Ecuador, según la Ley del Anciano; al que evocamos con profundo respeto, saludo, admiración y reconocimiento a las ancianas y ancianos, que ya frisan los 65 años de edad; que cada año suman más debido al incremento de la esperanza de vida en 70 años; así como vemos que la sociedad va tomando conciencia hacia la nueva cultura gerontológica.
La presencia de los ancianos podemos notar en la movilización de ciertas instituciones públicas y privadas, ya con mensajes, programas, desfiles por celebrarse el Día Nacional del Anciano; claro está con pequeños programas asistenciales de quienes representan los patronatos de Amparo Social Municipal y de los Consejos Provinciales, organismos que cuentan con varios recursos en sus manos, como: personal administrativo, médicos, vehículos, infraestructura física, medios de comunicación, a diferencia de las pocas asociaciones que no merecen apoyo de estos organismos ni del Ministerio de Inclusión Económica y Social.
Hoy presentarán programas culturales, de salud, de alimentación, aunque mañana vuelvan a la misma rutina; es lamentable señalar que sigue el mal trato al anciano, la Ley del Anciano es un postulado lleno de utopías, algunos artículos no se cumplen, otros se cumplen a medias; concretamente me refiero a las del MIES a nivel de provincia, en ciertas oficinas que tienen que ver con las organizaciones de ancianos como Asesoría Jurídica se vuelven centros inquisitorios porque; primero: jamás han capacitado cómo deben organizarse, son terriblemente legalistas con los pobres ancianos (as) deben cumplir al pie de la letra el Decreto Ejecutivo No. 3054, que norma a nivel general las estructuras de una organización, que tiene una serie de regulaciones, como: para aprobar una asociación diez requisitos; registro del directorio diez requisitos; registrar nuevos socios once requisitos, más la firma del abogado; aún más, deben abrir una cuenta con $ 400,oo; señores estamos hablando de ancianos, si los pobres ancianos se asocian buscando una nueva esperanza, de ser tratados de acuerdo a su edad, que se quedaron abandonados, en la pobreza, miseria como pueden exigir estos requisitos?
Señora Ministra del MIES es tiempo de revisar el Decreto 3054, porque se trata de los ancianos y ancianas del país, que deben gozar de especial preferencia tal cual lo estipula el Art. 2 de la Ley del Anciano, para asegurar una buena salud corporal y psicológica.
Si la nueva política del Estado es propender el “Buen vivir” estoy seguro que el Presidente de la República va a firmar un Nuevo Decreto Supletorio dedicado al 80% de adultos mayores que no gozan de un Seguro ni de Jubilación; es necesario que los funcionarios demuestren una mente abierta para comprender los problemas de la ancianidad, porque muy pronto ellos serán adultos y los adultos ancianos.
Con esto lograremos rescatar varias asociaciones que al momento se ven impedidas en cumplir tantas normas, que lo único que han decidido es no contar con el MIES como: las Asociaciones: Señor del Cautivo, San Francisco, Nueva Esperanza, jubilados de Calvas, UNE en la provincia de Loja.
Fuente: http://www.cronica.com.ec/index.php/opinion/12092-septiembre-29-dia-del-anciano-ecuatoriano.html>
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