Publicado el jueves 20 de diciembre de 2012 en el Diario HOY de la ciudad de Quito.
Artículo: "La ministra se pone las botas."
Por: Thalía Flores y Flores.
Terreno peligroso pisó la ministra, que parece haber olvidado que, en Montecristi, Alianza País fue determinante para no incluir en la Constitución lo referente a que las FFAA eran garantes de la democracia, que sí constaba en las anteriores, porque argumentaban que aquello había servido para justificar intervenciones políticas.
¿Alguien puede creer que una funcionaria de la más alta confianza del Ejecutivo, que ha usado la puerta giratoria para unas veces ser Canciller de la República, otras Embajadora ante las Naciones Unidas y, una tercera, Ministra de Patrimonio, desconozca que la Constitución impone a las Fuerzas Armadas ecuatorianas la tarea esencial de vigilar las fronteras, preservar la soberanía y la integridad territorial, mas no la defensa de ninguna supuesta revolución? ¡Imposible!
Ahora no podrán decir que se la mal interpretó, falaz argumento del que el oficialismo echa mano para intentar buscar una salida cuando sus palabras les han puesto en evidencia. Hoy hay grabaciones e imágenes.
"Este país, queridos compañeros y compañeras -dijo la ministra-, vive una revolución, y eso es algo que debemos tener muy presente. Una revolución tan profunda como la de Alfaro, ya que nos hace blanco de posibles conspiraciones". Y, dirigiéndose a los militares, agregó: "Ustedes están llamados a defender y evitar cualquier intento que ponga en riesgo esta democracia que se construye desde los intereses y el bienestar de las grandes mayorías de nuestro pueblo antes silenciado, antes excluido".
No es deseable que las Fuerzas Armadas de la República de Ecuador sigan la huella de sus pares de Venezuela, en cuyos cuarteles se grita: "Patria, socialismo o muerte"; aunque, en los últimos meses y, a petición del presidente Chávez, la palabra "muerte" ha sido anulada.
Ideologizar a una entidad que debe estar al margen de las acciones partidistas sería un retroceso a las peores épocas de la antigua forma de sostenerse en el poder, que para Ecuador ha significado dolor y mucho sufrimiento.
La ojeriza que se respira en la política nacional no puede entrar a los cuarteles donde debe haber armonía para la acción. El discurso divisionista, racista y marginador, no debe penetrar en la milicia, que tiene que seguir al líder por convicción, jamás por miedo; pues, ese instante pierde esa condición para mutar en tirano.
Haría bien la ministra en reflexionar sobre sus palabras, para que nadie intente mencionar que es una manera diferente de golpear los cuarteles, para volverles actores políticos; más aún, cuando estamos ad-portas de unas elecciones en las que unos 39.000 miembros de esa institución tienen derecho a votar, aunque para ellos el voto sea optativo.
La ministra María Fernanda Espinosa está en todo su derecho de vestir de camuflaje y ponerse botas. Pero no hacer arengas ideológicas en los recintos militares.>
Fuente: http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/la-ministra-se-pone-las-botas-569382.html
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