La Batalla de Cone o Batalla de Yaguachi.
Sucre, que había llegado a Guayaquil al mando de un pequeño contingente militar, completó su ejército con los sobrevivientes de la campaña, que un año antes se había iniciado bajo el mando de Febres-Cordero y Urdaneta, y de inmediato se preparó para enfrentar a los realistas.
En su marcha hacia el interior, Sucre acampó con su ejército en las cercanías de la ciudad de Babahoyo, donde tuvo noticias de que el Gral. Aymerich -jefe al mando de las tropas realistas- había preparado un movimiento envolvente, disponiendo que el Crnel. Francisco González -que el año anterior había derrotado a los patriotas en la primera Batalla de Huachi- saliera desde Cuenca para que se interponga con sus fuerzas entre Guayaquil y Babahoyo, a la altura de Yaguachi, mientras que él, viniendo desde Quito, lo enfrentaría en Babahoyo: De esta manera los patriotas serían atacados por dos frentes, y serían fácilmente liquidados.
Al descubrir las intenciones realistas, Sucre preparó un plan de guerra, y el 19 de agosto envió al Gral. Mires para que enfrente y detenga al ejército español en las estribaciones de la cordillera; pero “...los realistas habían apresurado tanto su marcha, que Mires los halló a poca distancia de Yaguachi en un bosque, cuyo camino estrecho sólo permitía la marcha de cuatro hombres de frente. Mires creyó que debía rechazar la columna española hasta situarse en la posición que se le había prevenido. Empeñó, pues, el combate á las once de la mañana” (José Manuel Restrepo.- Historia de la Revolución de la República de Colombia).
Poniéndose a la cabeza del Batallón de guayaquileños segundo de Libertadores, y del Santander, de los auxiliares de Colombia, Mires dio tan rápidas y certeras descargas, que obligó al enemigo a replegarse para intentar reorganizarse. Todos los esfuerzos que los realistas hicieron para sostener las embestidas de Mires fueron inútiles, pues los batallones patriotas lucharon con verdadero valor y heroísmo, obligando a los españoles -que también defendían sus posiciones con extremado valor-, a retroceder lentamente. Finalmente, los realistas no pudieron resistir y fueron derrotados.
El Crnel. González pudo escapar sólo con ciento veinte efectivos, dejando en el campo de batalla 400 hombres entre muertos y heridos, más de 500 prisioneros y gran cantidad de armamento, municiones y vituallas de guerra, que fueron aprovechadas por el ejército independentista. Entre los patriotas apenas hubo 20 muertos y veinticinco heridos.
En esta batalla tuvieron destacada y valerosa actuación el Myr. Morán, el Crnel. Cayetano Cestaris, el Cap. Martínez Pallares, el Myr. Felipe Soler, el Tnte. Icaza y los jóvenes José Ariza y Abdón Calderón, que lucía ya el grado de Subteniente.>
Fuente: http://www.enciclopediadelecuador.com/Indice.php?Ind=&Let=C
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