¿Significan lo mismo la libertad y el libre albedrío?

¿Significan lo mismo la libertad y el libre albedrío?


La libertad no es lo mismo que el libre albedrío. Lo que pasa es que muchos confunden sus significados porque sus conceptos son muy parecidos en la forma, mas son completamente diferentes en la esencia.
El libre albedrío es la condición de la vida (del Universo que nos rodea) que permite a cualquier ente la acción de decidir (escoger, optar). La existencia de esta condición de vida no depende de ningún individuo, pues todos los seres orgánicos, desde el más simple al más complejo y desde el más débil al más fuerte, la poseen; o sea que para todos los seres orgánicos sin excepción el libre albedrío forma parte esencial de lo que ya son y de lo que se están formando. Nadie se escapa del poder de decidir. Todos tenemos inexorablemente tarde o temprano que escoger, por ejemplo, si vamos hacia arriba o abajo, si caminamos por la derecha o la izquierda, si nos quedamos de brazos cruzados o nos enfrentamos con el problema, etc., etc.
La libertad, en cambio, es una opción de vida, es el producto de la decisión de un camino de vida. Entonces, ¿cuál es el camino de vida que permite a un ser cualquiera sentirse libre? Solamente con la autorización consciente de permitir la existencia del amor en el corazón de un individuo se puede alcanzar la única vía para que aquel individuo pueda con el tiempo adquirir el pleno sentimiento de libertad (sentimiento que transmite la sensación de armónica unidad entre el individuo con el entorno en el que pervive). En otras palabras, la única ruta para poder sentir la verdadera belleza que hay en esta vida es con la consciente autorización de permitir a la energía del amor que gobierne el corazón de uno.
En conclusión, estar libre es igual a vivir sanamente (vivir con salud). Porque sin amor en el corazón de uno es lo mismo que permitir dejarse arrastrar por la influencia de los sentimientos de la indiferencia y el odio, sentimientos muy estrechamente vinculados entre ellos, los que al final del camino terminan por completo con la salud de cualquier individuo.
Hay que destacar, además, el muy trascendental punto de que la decisión de vivir con salud o sin ella queda irremediablemente como la verdadera herencia que dejas para el porvenir de tus seres queridos.