¿Es lo mismo educar que impartir conocimiento?

¿Es lo mismo educar que impartir conocimiento?


Para entender lo que es "educación", debemos primero, irremediablemente, saber lo que es el conocimiento.
El conocimiento, entendimiento o intelección, en su sentido más común y tradicional, se considera como la facultad de pensar (razonar los sentimientos, meditar de una manera lógica sobre lo que se siente). En otras palabras, es la capacidad de un sujeto para aprender el concepto o la sustancia subyacente en un objeto. El conocimiento, entendimiento o intelección, permite a la persona ponerse en contacto con (sentir) el mundo que la rodea como su realidad, captando la estructura y el significado de lo que atrae su atención.
En cambio, la educación es la capacidad de poder desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del educando por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.
El conocimiento adquirido puede ser usado tanto para hacer el bien como para hacer el mal. Es decir que el conocimiento puede ser bueno (constructivo, beneficioso, positivo, sano, verdadero) o malo (destructivo, perjudicial, negativo, tóxico, falso), dependiendo del uso para el que es empleado. El médico, ingeniero, profesor, panadero, electricista, siquiatra, y por extensión cualquier profesional o aprendiz, puede usar sus conocimientos aprendidos tanto para hacer el bien, como para hacer el mal (hacer daño con alevosía).
La educación (la verdadera educación) se da con la práctica cotidiana y consciente de cierto conocimiento cuyo uso solamente sirve para hacer el bien -con la finalidad última de que florezcan como norma de vida valores o principios considerados buenos, como la honestidad, el respeto, la templanza, el equilibrio, la ecuanimidad, la humildad, la solidaridad, la lealtad, la fe, la perseverancia, etc.; cada valor o principio distinto el uno del otro, pero ninguno de ellos puede efectivamente existir sin el concurso pleno de los demás-.