¡Hagan sus apuestas! | HOY Ecuador
PROHIBIDO OLVIDAR.
"¡HAGAN SUS APUESTAS!"
Artículo de opinión publicado por el Diario HOY de la ciudad de Quito el jueves dieciséis de mayo de 2013.
Escrito por Thalía Flores y Flores.
<El "Congreso de los manteles" que parece hoy la prehistoria de la revolución ciudadana, es en realidad la génesis de lo que el Ecuador político está viviendo estos momentos.
Apenas llegados al poder, en 2007, el Gobierno de Alianza País (AP) echó mano de las prácticas de la "partidocracia", consiguió mayoría en la Legislatura y convocó a una Asamblea Constituyente.
La Constitución de Montecristi y, en especial, las reformas al Código de la Democracia, producto de un veto presidencial, propiciaron el rotundo triunfo del movimiento en el poder, con normas y métodos electorales introducidos deliberadamente.
Como quiera que fuere, Alianza País tiene hoy el control hegemónico de la Asamblea. La evidencia fue la elección de sus autoridades, donde sólo se ejecutó el libreto anunciado por el movimiento político, que hoy tiene la iniciativa legislativa.
¿Qué puede hacer la minúscula oposición en una Asamblea cuya abrumadora mayoría se podría decir tiene "plenos poderes", para reformar, incluso, la Constitución, si así conviene al proyecto político?
Max Weber exigía al buen político equilibrio entre la responsabilidad por las consecuencias y la fidelidad a unos principios éticos.
Poner a funcionar la imaginación y la astucia políticas para que sus criterios y convicciones, al menos, sean escuchados, parece el único destino de la minoría, llamada, eso sí, a actuar con ética y moral pública.
La mayoría tampoco está exenta de actuar apegada a esos valores, so pena de transformarse en la fábrica que produce las leyes que Carondelet quiere.
En realidad, el reto para la Asamblea instalada el martes último, dirigida por tres mujeres, es inmenso. La legitimidad no viene sólo de la ganancia en las urnas; se construye en el ejercicio político diario. Subordinarse a otro poder no solo suprime el equilibro, consustancial a las democracias, sino que, éticamente, los anula, volviéndoles apenas un ente burocrático. Apéndice del Ejecutivo.
Es la primera vez, en 34 años desde el regreso a la democracia, que una Legislatura no ha requerido consensos ni acuerdos con otras fuerzas políticas para tener la mayoría absoluta. Se trata de nuevos tiempos o consecuencias del esquema institucional que AP diseñó cuando maniobró en el Congreso y se echó fuera a 57 diputados, tras el abordaje violento del entonces Tribual Supremo Electoral, en 2007.
Lo que vaya a suceder en la Asamblea es predecible. Nada comparado con la anterior, que recurría a la trampa de quemar tiempo para que las leyes polémicas entren en vigor por el ministerio de la ley; o se allanaba a textos introducidos en vetos del Ejecutivo, con materias que no fueron conocidas por los asambleístas, o enviaba las leyes al limbo. Tampoco se repetirá la Comisión de Archivo en que mutó su titular a la Comisión de Fiscalización. ¡En fin.! La minúscula oposición podrá mortificarse por la impotencia de no gravitar en las decisiones, pero el papel más difícil la tiene la mayoría que, a la hora de las presiones, deberá apelar a la consciencia moral para no caer en ellas. ¿Se atreverán a contradecir al movimiento y a su Jefe? Hagan sus apuestas.>
miércoles, 23 de julio de 2014
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