PROHIBIDO OLVIDAR:
"País de estándares bajos".
Artículo de opinión publicado por el Diario HOY de la ciudad de Quito del jueves dieciséis de mayo de 2013.
Escrito por Diego Ordóñez.
El aeropuerto de Tababela ha sido comparado con la plataforma de la que Quito despega al futuro. Rimbombante retórica tan típica de nuestra idiosincrasia. Nos gusta llenarnos de adjetivos distantes de los hechos -como el anuncio "ciudad de cultura y arte" a la entrada de un pueblo saturado de picanterías y alcohol-. Varias vallas -para eso hay plata y comisiones en publicidad- anuncian al aeropuerto como la obra más trascendente de la Historia. Presidente de la República y Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito en epopéyico montaje, brazos abiertos, como monumento en rotonda, glorifican a una obra que se felicita, pero que no es más que un aeropuerto; digamos mejor que el que teníamos, pero muy distante de otros en capitales más cercanas. Es decir, no parece que sea la génesis de un nuevo mundo. La gran bronca de los trolls correístas contra Martín Pallares es por un artículo publicado en su blog en el que -y coincido- se reflexiona sobre si el envío de un satélite de 10 centímetros sea en realidad el inicio de la carrera espacial. Presentó evidencias de escuelas secundarias que ya han logrado lo mismo. Es decir, significativa la idea del ingeniero Nadder; pero nada excepcional. Por lo menos no suficiente para justificar el parroquialismo de disfrazarse de oficial de lanzamiento, con chaqueta y sello bordado, para confundir al ECU 911 de Santo Domingo con Cabo Cañaveral, o al Pegasito con un Apolo; y menos para enlistarlo como evidencia de la modernidad y del salto cualitativo, para dejar de exportar banano, y más bien exportar ciencia y conocimiento.
El Gobierno depende de magnificar estas obras, que son apenas obvias en medio de la bonanza. Por eso sus panegíricos no escatiman eslóganes y, mucho menos, dinero -de eso hay para todos- en ensalzarlas. Y, ciertamente, los resultados electorales lo confirman; han sido eficientes. Pues han conectado con una conciencia mayoritaria que cree que estas obras -aun cuando fueren extraordinarias y monumentales, que no lo son- son suficientes para dejar de ver los abusos, la corrupción, la desarticulación de las instituciones, la ausencia de debate y rendición de cuentas.>
FUENTE: http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/pais-de-estandares-bajos-581275.html
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