¿Qué sabes de la vida de tus mayores?

Todos deberíamos tener conciencia (saber) de nuestro origen, porque somos el producto (la herencia) de lo que nuestros mayores fueron. Descubrir quién eres es saber la historia de la vida de las personas que hicieron posible tu existencia. No es motivo para sentirte orgulloso ni avergonzado, porque nadie es perfecto y, tampoco, porque nadie voluntariamente escogió su origen. Pero sí es motivo para aprender conscientemente de lo que hicieron en sus vidas, con la finalidad de acoger lo bueno y desechar lo malo. Por supuesto, siempre y cuando quieras seguir el camino del bien (la práctica responsable y cotidiana de la honestidad, el respeto, la templanza, la ecuanimidad, la solidaridad, la humildad, la perseverancia, la fe, la lealtad, etc.).