Biografía de Manuel Benjamín Carrión Mora | Biografías Mundiales - Biografiar.com
Este pasado domingo nueve de marzo se cumplió el trigésimo-quinto aniversario del fallecimiento del escritor ecuatoriano Benjamín Carrión.
<Manuel Benjamín Carrión Mora.
Escritor y diplomático ecuatoriano, nacido en la ciudad de Loja el 20 de abril de 1897, y muerto en la ciudad de Quito el 9 de marzo de 1979. Hombre de excepcional talento, ha sido uno de los ecuatorianos de mayor realce del siglo XX, y ha presidido con su influencia positiva y benéfica medio siglo de las letras ecuatorianas. Realizó sus estudios básicos en su ciudad natal, para hacer luego la carrera de Jurisprudencia en la Universidad Central de Quito, donde se graduó como abogado en 1922. En 1925, el entonces Presidente de Ecuador Gonzalo Córdova lo envió como Cónsul de Ecuador a la ciudad de El Havre (Francia). Aprovechó su estancia en Europa para ampliar sus conocimientos como estudiante en la “Ecole de Hautes Etudes” de París, y para entablar relaciones con miembros de la intelectualidad española e hispanoamericana -como Gabriela Mistral, Miguel de Unamuno, José Vasconcelos, Alfonso Reyes y José María Arguedas-.
Su vida tuvo como eje principal la promoción de la cultura, tanto desde la cátedra -Universidad Central de Ecuador y Universidad de México-, como a través de sus numerosas obras y colaboraciones en periódicos nacionales y extranjeros. Mérito muy particular de Carrión fue la fundación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, entidad de la que fue director y alma durante mucho tiempo, pues hubo épocas en que se dedicaba a ella casi a tiempo completo, sin sueldo alguno. Fundó la revista Letras del Ecuador, que pronto llegó a constituirse en el órgano de la Casa de la Cultura. A él se debe también la fundación del Instituto Ecuatoriano del Folclore. En 1965 intervino en la fundación de la Comunidad Latinoamericana de Escritores, y presidió la Comisión Ideológica de esa entidad.
En política siguió la orientación marxista-leninista, y fue miembro y luego secretario del recientemente fundado partido Socialista; sus ideas de izquierda le valieron la prisión y el exilio bajo la dictadura de Federico Páez. Ocupó los cargos de Ministro de Educación (tres meses durante el gobierno de Alberto Guerrero Martínez), diputado al congreso extraordinario de 1947, candidato a la vicepresidencia de la República en binomio con el ex-rector de la Universidad de Guayaquil, Antonio Parra Velasco (1960), y Presidente del Tribunal Electoral en 1967 y en 1978. Además de ser cónsul de Ecuador en Francia, representó a su país en las ciudades peruanas de Lima y Callao, en México (país que él consideraba como su segunda patria), en la ciudad colombiana de Bogotá como Ministro Plenipotenciario, y en la República de Chile como Embajador (1948).
Como escritor se inició en la composición de poemas, como “Libertad y Civilización” (1914), “Romance antiguo”, “Mariana” y otros, y colaboró en diversos periódicos y revistas ecuatorianos y extranjeros. Junto a Alfredo Pareja Diezcanseco fundó el diario El Sol, de Quito, del que fue director general en 1950. Su talento se refleja principalmente en sus escritos de crítica literaria e histórica, entre los que destacan: Algunas opiniones sobre los creadores de la nueva América (1928), El desencanto de Miguel García (1929, novela de costumbres políticas ecuatorianas, que más tarde él mismo calificaría como “pecadillo de juventud”), Mapa de América (1931), Atahualpa (México 1934, su obra maestra, traducida al inglés y al francés; en la que describe el enfrentamiento entre las culturas aborigen y europea), Índice de la poesía ecuatoriana contemporánea (1937), Cartas al Ecuador (1941-43), El nuevo relato ecuatoriano (1951), Puerto Rico, un pueblo manos a la obra (1952), San Miguel de Unamuno (1954), Santa Gabriela Mistral (1956), Nuevas cartas al Ecuador (1958), García Moreno, el santo del patíbulo (1959), El pensamiento vivo de Montalvo (1961), Por qué Jesús no vuelve (1963), El Comprendedor y Montalvo (1966), El cuento de la Patria (1967), Raíz y camino de nuestra cultura (1970) y Plan de Ecuador (1977). Como obras póstumas fueron editadas El libro de los Prólogos y América dada al diablo (1981). Algunos de los galardones con los que fue reconocida su labor fueron la condecoración al Mérito Docente, otorgada por la Universidad Central en sus 25 años de labores; el premio “Benito Juárez” de México en 1968, y el premio de cultura “Eugenio Espejo” (Quito 1975).>
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